La cumbre entre los líderes de Estados Unidos y Rusia, que se llevó a cabo en un lujoso complejo en el norte de Europa, terminó hoy después de dos días de discusiones intensas sobre temas como el cambio climático, la seguridad cibernética y la situación en Ucrania.
La reunión comenzó con una reunión privada entre el presidente de Estados Unidos, John Smith, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, donde se discutieron temas delicados como las recientes acusaciones de interferencia electoral en ambos países y la tensa situación en el este de Ucrania.
Después de esta reunión, se unieron al diálogo los ministros de Relaciones Exteriores, el secretario de Estado de EE.UU., Jack Thompson, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Durante la reunión, las dos partes discutieron una amplia gama de temas, desde la seguridad cibernética hasta la cooperación en la investigación y el desarrollo de tecnologías avanzadas.
Una de las discusiones más destacadas fue sobre el cambio climático, donde ambas partes expresaron su compromiso con el Acuerdo de París y la necesidad de tomar medidas urgentes para abordar el calentamiento global. El presidente Smith anunció planes para aumentar la inversión en tecnologías limpias y renovables en su país, y pidió a Putin que haga lo mismo.